Mujer embarazada haciendo yoga

¿Puedo hacer ejercicio cuando estoy embarazada?

Sabemos que cuando estás embarazada tal vez no tengas muchas ganas de correr un maratón y a veces el sueño es difícil de evitar. Sin embargo, sí puedes hacer ejercicio físico durante el embarazo una vez que tu médico lo confirme. Hacer ejercicio puede darte muchísimos beneficios como:

  • Bienestar general: Te ayudará a controlar tu cuerpo, tu nivel de energía y a disminuir dolores de espalda, estreñimiento y dolor en articulaciones.
  • Piel más fresca y saludable: Gracias al aumento del flujo sanguíneo hacia la piel, ésta lucirá mucho mejor, ¡estarás radiante!
  • Prepara tu cuerpo para el nacimiento del bebé: El parto será más fácil si tus músculos son fuertes y tu corazón está en buen estado. Además, aprender a controlar tu respiración te ayudará al momento de traer a tu pequeño al mundo.

Los tipos de ejercicio varían en intensidad y deben regularse según tu médico te aconseje, pero aquí te dejamos algunos de los más seguros y efectivos para que tanto tú como tu bebé se encuentren en la mejor forma, además, algunos de ellos pueden incluso aliviar molestias comunes como dolor de espalda y problemas para dormir.

1.   Nadar.

Realizar actividades en el agua como nadar, siempre será benéfico pues es ejercicio de bajo impacto, es suave con las articulaciones y en algunas ocasiones, ayuda a desinflamar los tobillos. 

2.   Yoga.

Hacer yoga de bajo impacto fortalecerá tus principales músculos, te relajará y ayudará a aliviar el dolor de espalda. Además, algunos expertos comentan que este tipo de ejercicio ayuda a que el parto sea más corto y cómodo ya que comienzas a enfocarte más en la relajación.

3.   Bicicleta fija o Spinning.

¡Quita un peso de tus piernas! Utilizar una bicicleta fija es generalmente seguro, incluso si estás iniciando un programa de ejercicios. Usar la bicicleta es una buena manera de aumentar tus latidos sin poner en peligro tus articulaciones y a medida que avance tu embarazo, puedes ajustar la bicicleta para que estés más cómoda.

4.   Entrenamiento moderado con pesas.

Puede ayudarte a mantenerte tonificada antes y después de tener a tu bebé. Si hacías entrenamiento con pesas antes de tu embarazo, es muy probable que puedas continuar haciéndolo mientras lo hagas con cuidado. Evita hacer rutinas en las que tengas que recostarte sobre tu espalda y en las que cargues mucho peso. En caso de que no hayas tenido entrenamiento con pesas antes de tu embarazo es mejor que por el momento hagas otro tipo de ejercicio.

5.   Caminata a paso ligero.

Ya sea en una pista o en una caminadora, caminar puede hacer que tonifiques tus músculos de una manera segura y divertida y además puede mejorar tu estado de ánimo. Si estas iniciando, trata de caminar a un paso moderado tres veces por semana e intenta aumentar el tiempo y la velocidad semana a semana. Conforme te vas fortaleciendo, puedes caminar por calles inclinadas o pequeñas colinas.

6.   Ejercicios aeróbicos de bajo impacto.

Los ejercicios aeróbicos mantienen tu corazón y tus pulmones fuertes, tonifican tu cuerpo de manera general y te dan una liberación de endorfinas. Si eres principiante, es mejor elegir ejercicios de bajo impacto que sea instruida por una persona certificada con el fin de no ponerte en riesgo a ti y a tu bebé.

7.   Modificar deportes de alta intensidad de acuerdo a tu estado.

Si regularmente corres o juegas tenis, no necesitas detenerte. A medida que se acerca la fecha de que tu bebe nazca, puedes correr en superficies planas para evitar tropiezos. Puede ser también un buen momento para posponer deportes de raqueta que requieran buen balance, equilibrio y cambios repentinos de posición corporal.

 

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